Adéntrese por los emblemáticos pasillos del IMPERIAL en un ambiente repleto de la mayor colección de obras de arte del mundo, que se remonta a finales del siglo XVII y principios del XIX, y que está repartida por zonas comunes, plantas y alojamientos.

Si es usted un entusiasta del arte, el hotel le abre los ojos a un laberinto de aguatintas y litografías con paisajes y retratos que ofrecen un enriquecedor panorama que fue fundamental en el imaginario cultural de la India, mostrando arte de época de eminentes artistas. Esta colección esotérica de más de 5.000 piezas de formas artísticas raras y únicas, heredadas por los propietarios durante generaciones, entreteje el patrimonio con el lujo. Desde minaretes a paisajes exuberantes, durbars reales a monumentos mogoles, montañas majestuosas a estados principescos de la India, siluetas militares a acontecimientos históricos, el tapiz de este imponente arte aparece como una ilusión para quien recorre el hotel, construido en una estructura de hachís. El esplendor indio de los reyes, las reinas y los palacios, con sus detalles visuales y algunos de los espectáculos arquitectónicos de intrincados detalles, es difícil de describir con palabras y es un retablo de vistas perfeccionadas en una época en la que no había cámaras y sólo hablaban las ilustraciones. La geografía retórica, la belleza de las escenas, los minúsculos templos o la representación de la vida en el pasado son, sin duda, un retiro visual para los sentidos.